Caribe
Emergencia en La Mojana: el cierre pendiente de Caregato y el pulso entre gobierno y comunidades
El aumento del caudal del río Cauca y la falta de cierre del boquete en Caregato intensificaron la emergencia en La Mojana sucreña. Más de 2.000 familias resultaron afectadas. Líderes comunitarios reclaman decisiones efectivas al Gobierno Nacional.

El panorama en La Mojana, región que comprende los departamentos de Sucre, Córdoba y Bolívar, se agrava con la llegada de la temporada de lluvias. La creciente del río Cauca y la falta de intervención en el boquete de Caregato, en jurisdicción de San Jacinto del Cauca (Bolívar), han desencadenado nuevas inundaciones que ya afectan a más de 2.000 familias, según datos de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo en Sucre.
La coordinadora de esta unidad, Paula Tous, afirmó que la situación se deteriora rápidamente en municipios como Guaranda, Majagual, San Benito Abad y Sucre Sucre: “La gente vive en una zozobra constante. Hemos solicitado ayuda, pero no tenemos jurisdicción para actuar directamente. Necesitamos que el Gobierno intervenga. La gente de La Mojana no es anfibia”.
Aunque las autoridades locales han emitido alertas rojas en seis municipios de Sucre y uno de Córdoba, la solución estructural —el cierre del boquete de Caregato— sigue pendiente. El director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo, reconoció que el cierre está contratado, pero advirtió que la solución no es simple. “No se puede impermeabilizar la Mojana. El problema no es solo el boquete; es la ocupación histórica de un territorio que tiende naturalmente a inundarse”, dijo en diálogo con Caracol Radio.
Carrillo atribuyó la demora en las obras a decisiones previas de la administración de Olmedo López y mencionó anomalías hidráulicas en la zona: “El brazo del río que llevaba el caudal principal se estrechó, mientras el otro brazo se amplió, rompiendo contra Caregato”. Añadió que ya se movilizaron máquinas hacia el Canal de la Esperanza para permitir que el agua retorne al cauce natural.
Desde la comunidad, sin embargo, la percepción es distinta. Rodrigo García, líder del Pacto por La Mojana, cuestionó el manejo de la emergencia por parte de la UNGRD y pidió mayor concertación. “Esto se pudo evitar. Las promesas no bastan, necesitamos que el gobierno ratifique sus anuncios con acciones”, expresó.
El malestar también llegó a la Procuraduría General de la Nación. El jefe del Ministerio Público, Gregorio Eljach, pidió a las autoridades nacionales actuar de forma coordinada y con urgencia. En un comunicado oficial, la entidad señaló que “habitantes han denunciado demoras en el cierre del canal Caregato, lo que ha generado pérdidas significativas en cultivos y daños a viviendas”.
Las consecuencias ya se extienden a zonas tradicionalmente no inundables. Según explicó Paula Tous, el ingreso de sedimentos por el boquete desplazó el agua hacia sectores que antes permanecían secos. Esta alteración hidrológica tomó por sorpresa a familias que no estaban dentro de los planes iniciales de evacuación. Más de 39.000 personas figuran ahora como afectadas en los reportes oficiales.
Mientras tanto, las obras anunciadas por el gobierno avanzan con lentitud, y los reclamos de las comunidades crecen. “Esto es una película de nunca acabar”, concluyó Tous, en medio de un panorama donde la falta de decisiones oportunas vuelve a poner en el centro la disputa por la gestión del territorio, los riesgos climáticos y la responsabilidad estatal.
