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Petro llega a Medellín con agenda política y promesas de paz urbana en medio de denuncias por uso de recursos públicos

El presidente Gustavo Petro encabezó este sábado un acto en Medellín con el que busca fortalecer su agenda política y reformista, en medio de cuestionamientos por la presencia de capos presos en primera fila y denuncias por presunto uso indebido de vehículos del Sena.

La plazoleta de La Alpujarra, en Medellín, fue escenario este sábado 21 de junio de un nuevo acto público convocado por el presidente Gustavo Petro bajo el nombre “Pacto por la paz urbana”. Aunque la agenda oficial anunciaba un espacio para hablar de seguridad y narcobandas en la ciudad, el evento giró hacia la promoción de la reforma laboral recientemente aprobada en el Congreso y la insistencia en una asamblea constituyente.

La movilización, que hace parte de una serie de concentraciones públicas impulsadas por el Gobierno en ciudades estratégicas —como Barranquilla y Cali—, tuvo como trasfondo la intención de mostrar respaldo popular y consolidar una narrativa electoral que sintonice con los sectores de base de cara a las elecciones de 2026.

En Medellín, bastión tradicional de la derecha, el evento tuvo una alta carga de confrontación política. A través de su cuenta en X, el presidente advirtió que “a la Fuerza Pública en Antioquia se le recuerda que su comandante en jefe es el presidente constitucional”, e insistió en su derecho a movilizarse libremente en todo el país.

Sin embargo, la atención se centró en la presencia de al menos nueve capos de bandas criminales, hoy detenidos en la cárcel de Itagüí, quienes fueron ubicados en primera fila. Entre ellos estaban alias Douglas, Tom, Carlos Pesebre y Juan 23, todos reconocidos por su historial criminal en la ciudad. La presencia de estos detenidos se dio en el marco de los acercamientos promovidos por la política de “paz total”, que busca pactos con estructuras armadas urbanas.

También participó la senadora Isabel Zuleta, del Pacto Histórico, quien ha acompañado iniciativas de diálogo en Antioquia.

Por otra parte, el partido Centro Democrático denunció el uso de buses del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) para transportar simpatizantes al evento. Según el comunicado, los directivos regionales de esa institución habrían incurrido en peculado por destinación oficial diferente, al emplear recursos públicos con fines proselitistas. Las acusaciones apuntan directamente a la directora regional del Sena, Emily Elisa Coronado, y al subdirector en Caldas.

La oposición también señaló que, mientras persisten problemas estructurales como la crisis del sistema de salud, la inseguridad ciudadana y el déficit fiscal, el Gobierno destina recursos a actividades con tinte electoral. “El Sena no puede convertirse en una agencia de campaña”, reclamó el Centro Democrático.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, cuestionó duramente la visita presidencial. A través de X, afirmó que “Medellín y Antioquia no tienen presidente, pero sí alcalde y gobernador que las defienden”, y acusó a Petro de “venir solo a insultar y mentir”. También rechazó lo que consideró una amenaza del presidente a la Fuerza Pública, al recordarle que su lealtad está con la Constitución.

Gutiérrez advirtió que las movilizaciones del Ejecutivo hacen parte de una estrategia para justificar la convocatoria de una constituyente con la que —dijo— el presidente busca perpetuarse en el poder. “No se lo vamos a permitir”, concluyó.