Justicia y control
Sicarios asesinaron a un policía en Chigorodó: es el tercer uniformado muerto en Antioquia en una semana
El patrullero Jorge Luis García Meza fue asesinado en zona urbana de Chigorodó, Urabá antioqueño. La Gobernación de Antioquia y la Policía Nacional ofrecen hasta $100 millones de recompensa por información que permita identificar a los responsables.

En la madrugada del domingo 20 de abril, fue asesinado el patrullero de la Policía Nacional Jorge Luis García Meza en el municipio de Chigorodó, en la región del Urabá antioqueño. El uniformado, con más de 14 años de trayectoria en la institución, fue atacado por sicarios en el barrio Los Olivos, cuando intentaba resguardarse de un seguimiento por parte de dos hombres en motocicleta. Los agresores lo persiguieron hasta una vivienda, donde ingresaron y le dispararon.
García Meza, oriundo de Barranquilla, estaba adscrito a la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía de Urabá. Según el teniente coronel Fernando Montaña Riveros, comandante encargado del Departamento de Policía Urabá, el uniformado era reconocido por su profesionalismo. “Desde el momento en que se conoció el caso, la Policía activó todas sus capacidades operativas e investigativas para dar con los responsables del hecho. Se analizan registros de cámaras de seguridad en la zona y hacemos un llamado a la ciudadanía para que colabore con información”, indicó el oficial.
La Gobernación de Antioquia y la Policía Nacional anunciaron una recompensa de hasta $100 millones por información que conduzca a la captura de los autores materiales e intelectuales del homicidio. El director general de la Policía, brigadier general Carlos Fernando Triana, aseguró en la red X que los responsables “no quedarán en la impunidad” y que se conformó un equipo especial de investigación criminal para esclarecer el hecho.
Este asesinato se suma a otros dos ataques contra uniformados registrados durante la semana en el departamento. El primero ocurrió en Carepa, donde fue asesinado el subintendente del Gaula, Deimer Díaz Pérez, cuando se encontraba fuera de servicio. El segundo caso se presentó en zona rural del municipio de Salgar, donde el subintendente Nelson Humberto Cárdenas Carmona, de 34 años, murió tras la detonación de un artefacto explosivo mientras patrullaba con su unidad.
Según el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, estos hechos serían retaliaciones por parte del Clan del Golfo tras la muerte de José Miguel Demoya Hernández, alias “Chirimoya”, cabecilla de esa estructura armada, en una operación reciente de la fuerza pública.
Las autoridades continúan las investigaciones y no descartan que los crímenes hagan parte de un patrón de represalias coordinadas contra la fuerza pública en la región de Urabá.
