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Justicia

Tensión entre Petro y Uribe a un día del fallo judicial que definirá el futuro del expresidente

Este lunes 29 de julio se conocerá el fallo de primera instancia contra Álvaro Uribe Vélez, en un juicio sin precedentes en la historia reciente de Colombia. La decisión judicial ha encendido el debate político entre el Gobierno y el uribismo.

A menos de 24 horas de conocerse el sentido del fallo contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, el clima político en el país se ha crispado con un cruce público de señalamientos entre el presidente Gustavo Petro y el propio exmandatario, investigado por presunta participación en soborno a testigos, fraude procesal y soborno en actuación penal.

El presidente Petro expresó en su cuenta de X (antes Twitter) su rechazo a la difusión de información sobre la vida privada de la jueza Sandra Liliana Heredia, encargada del caso. El jefe de Estado calificó estos ataques como una forma de “macartismo” y defendió la labor de los jueces, en particular de quienes se identifican con posturas de izquierda. “Sientan las y los jueces de Colombia que cualquiera que sea el sentido de sus fallos, contarán con la protección del gobierno democrático”, afirmó Petro.

La respuesta de Uribe no tardó en llegar. En su propia cuenta, el expresidente acusó al mandatario de presionar a la justicia y luego victimizarse. “Petro miente, presiona a la justicia y como un ‘angelito’ se victimiza”, escribió. Recordó además una supuesta amenaza del presidente contra el juez que absolvió a su hermano. “Deje de posar como el ‘arcángel’ de los jueces que usted siempre ha presionado”, remató Uribe.

Jerónimo Uribe, hijo del expresidente, se sumó al cruce de mensajes, señalando lo que consideró una contradicción en las declaraciones del presidente. Según él, Petro condiciona a los jueces al emitir afirmaciones que, bajo la pretensión de defensa institucional, sugieren una presión sobre el proceso judicial de su padre. Jerónimo afirmó que ha contado al menos 15 publicaciones presidenciales que, a su juicio, buscan influenciar la decisión de la jueza.

La tensión se enmarca en la recta final del proceso judicial más largo que ha enfrentado un expresidente en Colombia. El caso contra Álvaro Uribe se originó en 2012, cuando este denunció al senador Iván Cepeda por supuesta manipulación de testigos para vincularlo con grupos paramilitares. Sin embargo, en 2018, la Corte Suprema de Justicia desestimó esa versión y, en su lugar, abrió una investigación contra Uribe por la supuesta búsqueda de testigos falsos para desacreditar a Cepeda, quien pasó de señalado a víctima en el expediente.

En 2020, el expresidente renunció a su curul en el Senado, lo que trasladó el caso de la Corte Suprema a la Fiscalía. Luego de varios años de dilaciones, en marzo de 2024 se reactivó el juicio con la práctica de pruebas, la declaración de casi 100 testigos y los alegatos finales.

El pasado 8 de julio concluyó la etapa probatoria, y este lunes 29 de julio, a las 8:30 a. m., la jueza 44 penal de conocimiento de Bogotá, Sandra Liliana Heredia, dará a conocer el sentido del fallo en primera instancia. La decisión será determinante, aunque no definitiva.

Según explicó el abogado penalista Santiago Trespalacios a Caracol Radio, la decisión que se emita en esta audiencia podrá ser apelada por cualquiera de las partes. La defensa de Uribe, encabezada por el penalista Jaime Granados, ya anticipó que recurrirá al recurso de apelación en caso de un fallo condenatorio. De ser así, el caso pasará al Tribunal Superior de Bogotá, que deberá resolver en segunda instancia antes de octubre de 2025, para evitar la prescripción de los delitos.

Posteriormente, las partes aún podrían acudir a un recurso extraordinario de casación ante la Corte Suprema de Justicia, lo que extendería el proceso hasta cinco años más. Pese a la gravedad de los delitos imputados, Granados ha reiterado que “Álvaro Uribe no irá a la cárcel”, basándose en el principio de presunción de inocencia y en lo que califica como ausencia de pruebas concluyentes.

Más allá de las implicaciones jurídicas, el fallo tendrá un alto impacto político. Reavivará el antagonismo entre petrismo y uribismo, pondrá a prueba la independencia judicial y será utilizado como bandera electoral de cara a las presidenciales de 2026. Tanto en caso de absolución como de condena, el proceso contra Uribe marca un precedente sin parangón en la historia judicial y política del país.