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Estados Unidos bombardea instalaciones nucleares de Irán en medio de escalada con Israel

El presidente Donald Trump confirmó un ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares iraníes, mientras crece la tensión regional tras más de una semana de hostilidades entre Irán e Israel.

El conflicto entre Irán e Israel, que completa ya nueve días de enfrentamientos, entró en una nueva fase con la confirmación de un ataque aéreo por parte de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes. El presidente Donald Trump aseguró este sábado que la operación fue “muy exitosa” y que las aeronaves involucradas abandonaron el espacio aéreo iraní sin sufrir daños.

Los objetivos bombardeados, según Trump, fueron las plantas de Fordow, Natanz e Isfahán, todas claves en el programa nuclear iraní. En su declaración, difundida a través de la red Truth Social, el mandatario afirmó que se lanzó una “carga completa de bombas” sobre el sitio subterráneo de Fordow. También anunció que ofrecerá un discurso a la nación desde la Casa Blanca en las próximas horas.

La escalada bélica ha dejado más de 400 muertos en Irán y al menos 25 en Israel, según reportes preliminares. El gobierno iraní denunció la ofensiva como una “violación flagrante del derecho internacional” y reiteró que no habrá retorno a las negociaciones nucleares mientras continúen los bombardeos. El canciller de Irán advirtió que su país “responderá en el momento y lugar que considere adecuado”.

Israel, por su parte, ha confirmado ataques contra infraestructura militar iraní y la muerte de tres altos comandantes de los Guardianes de la Revolución. Desde Tel Aviv se insiste en que las operaciones tienen un carácter preventivo ante lo que consideran amenazas existenciales.

En este contexto, Washington enfrenta presiones contradictorias. Por un lado, desde Europa se han emitido llamados urgentes a la desescalada y a la protección de civiles. Por otro, Trump lanzó un ultimátum a Teherán: tiene dos semanas para evitar una “intervención directa” de mayor envergadura por parte de Estados Unidos.

La situación incrementa la incertidumbre regional y global. La pregunta ya no es solo si se detendrán los ataques, sino qué actores adicionales —como Rusia, China o potencias árabes— podrían verse involucrados en esta espiral de violencia. La operación aérea marca un punto de inflexión, tanto militar como diplomático, con posibles implicaciones para la estabilidad global y la no proliferación nuclear.