Economía y poder
Sebastián Mejía deja la presidencia operativa de Rappi tras una década
El cofundador de la compañía tecnológica continuará como miembro de la junta directiva, en una transición que venía siendo discutida desde diciembre.

Sebastián Mejía, cofundador y presidente de la plataforma tecnológica Rappi, anunció su salida de las funciones ejecutivas de la empresa, después de casi una década al frente de uno de los emprendimientos más influyentes del ecosistema digital latinoamericano. Aunque se retira de la operación diaria, continuará vinculado como miembro de la junta directiva.
“Después de casi una década, he tomado la decisión de alejarme de Rappi. Seguiré cerca, apoyando desde el consejo directivo, pero ha llegado el momento de pasar página”, escribió Mejía en una carta pública. Según indicó, la decisión “ha vivido en silencio en mí y en mis socios más cercanos desde diciembre, moldeada por una profunda reflexión”.
Rappi fue fundada en Bogotá en 2015 por Mejía, Simón Borrero y Felipe Villamarín. La aplicación comenzó como una herramienta de domicilios y promociones para incentivar descargas, y evolucionó hasta convertirse en una superapp con presencia en más de 350 ciudades de América Latina. Hoy ofrece servicios financieros, entregas exprés, farmacia, viajes y una red de más de 30 millones de usuarios activos.
En 2024, la revista Time incluyó a Rappi en su listado de las 100 compañías más influyentes del mundo. En esa ocasión, Mejía explicó que “el éxito de Rappi se debe a una base de más de 30 millones de usuarios con un enfoque local, orientado a regiones, ciudades o barrios específicos”. Añadió que “América Latina es muy especial. Las condiciones sociales, económicas, de inversión y de tráfico son diferentes, y hay que conocer la región a fondo para tener éxito”.
Desde sus primeros años, Mejía asumió roles clave en la expansión internacional de la empresa. Radicado en Sao Paulo, Ciudad de México y, más recientemente, Miami, lideró la atracción de talento global, gestionó relaciones con inversionistas como SoftBank, Sequoia Capital y Andreessen Horowitz, y consolidó la presencia de Rappi en mercados altamente competitivos.
Formado en economía y administración en la Universidad Autónoma de Madrid y Esade, Mejía emprendió desde joven. Fundó previamente Grability, una plataforma de compras en línea para supermercados. Sobre su trayectoria, recordó en entrevista con Forbes que “de nuestros primeros días recuerdo que estábamos diseñando el producto… no teníamos mucho dinero, ofrecíamos donas para que usaran Rappi”. Y añadió: “Luego empezamos a ver un product-market-fit muy fuerte y fue claro para nosotros que era una necesidad para los consumidores tener productos entregados en minutos”.
En su mensaje de despedida, expresó que “Rappi siempre ha sido más que una empresa: ha sido mi crisol y el viaje más transformador de mi vida hasta ahora. Alejarse no es fácil, pero la transformación nunca lo es”. Añadió que “he crecido como fundador, como líder y, lo que es más importante, como ser humano. Al igual que Rappi, yo también he evolucionado”.
El próximo paso de Mejía no ha sido detallado, aunque su carta sugiere una continuidad en el ecosistema emprendedor. “Siento con claridad el impulso de construir algo que refleje la persona en la que me he convertido y el futuro que siento el llamado de ayudar a formar”, escribió. Y citó al mitólogo Joseph Campbell: “Entrar en el bosque por el punto más oscuro, donde no hay camino. Donde hay un camino, es el camino de otro”.
Mejía ha sido inversionista ángel en startups como Nuvocargo, Truora, Yuno, Morado y Cercli. En su despedida agradeció a quienes hicieron parte de la trayectoria de la empresa: “A nuestro extraordinario equipo, mensajeros, comerciantes, clientes e inversores: gracias. Y a todos los empleados de Rappi que creyeron en mí y en la misión: sois mi mayor orgullo. Lo que hemos construido no solo ha crecido, sino que ha transformado la cultura, ha abierto oportunidades y ha cambiado vidas. Entre ellas, la mía”.
Rappi continúa en expansión. En 2024, la compañía invirtió 110 millones de dólares para fortalecer su presencia en México, entre otras acciones, ampliando su servicio Rappi Turbo. En Colombia opera en más de 60 ciudades y 72 municipios, con más de 60.000 repartidores registrados y 30.000 comercios aliados.
