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Bernardo Arévalo, del movimiento Semilla, es el nuevo presidente de Guatemala
Bernardo Arévalo de León, candidato de la agrupación política progresista Semilla, ha sido elegido como el próximo presidente de Guatemala en las elecciones celebradas este fin de semana.

Bernardo Arévalo de León, un académico de 64 años afiliado a la agrupación política progresista Semilla, ha sido elegido como el nuevo presidente de Guatemala en una contienda electoral que mantuvo en vilo a la nación.
Con el 100% de las actas procesadas, el candidato Bernardo Arévalo se ubicó con más del 58% y votos superiores a los 2.435.000. Por otro lado, la aspirante de Unes alcanzó un apoyo superior a 1.547.000, igual al 37 %, alejando aún más sus posibilidades de ser la primera mujer que alcance el cargo de mandataria.
El presidente saliente, Alejandro Giammattei, extendió sus felicitaciones a Bernardo Arévalo y lo invitó a comenzar una transición ordenada una vez que los resultados se oficialicen.
“Felicito también a Bernardo Arévalo y extiendo la invitación para iniciar la transición ordenada, al día siguiente de que los resultados queden oficializados”, dijo en su cuenta de X (antes Twitter).
El Tribunal Supremo Electoral guatemalteco se encargará de ratificar los resultados en las próximas horas, preparando el escenario para la investidura de Arévalo de León el 14 de enero, en reemplazo del mandato de Alejandro Giammattei.
Con una participación del 40% de los 9.3 millones de ciudadanos habilitados para votar, aproximadamente 3.7 millones de guatemaltecos ejercieron su derecho en estas elecciones. Los centros de votación operaron sin problemas, y la presidenta del TSE, Irma Palencia, destacó la histórica participación de la ciudadanía.
Bernardo Arévalo de León, hijo del primer presidente electo tras la Revolución de 1944, Juan José Arévalo, ha dedicado su vida al servicio público. Con una sólida carrera que incluye cargos diplomáticos y su actual posición como diputado en el Congreso por Movimiento Semilla, Arévalo ha prometido continuar la lucha contra la corrupción y la promoción de políticas progresistas en Guatemala. Su victoria marca un nuevo capítulo en la política del país y refleja el deseo de cambio expresado por la ciudadanía en las urnas.
